sábado, 1 de octubre de 2011

Restaurante De Portugees

Uf, qué nervios, mi primera crítica culinaria. Al lio.

Aquí, situado en mitad del barrio chino de Ámsterdam, se encuentra el restaurante al que hemos ido esta noche a cenar. La recomendación vino por el lado de La Nuit. Una de sus compañeras de trabajo portuguesa nos comentó que había un portugués por la zona que estaba bien y allá que fuimos. A estas alturas aún no sabemos si era el sitio correcto o nos confundimos de local.

Menú:
  • Rissois de camarão.
  • Bacalhau à brás. (x2)
  • Vinho verde.
  • Botella de agua.
Precio 58,70€

Comida:
La comida es lo mejor del local, pero tampoco para tirar cohetes. Supongo que después de nuestro viaje por tierras portuguesas del año pasado las expectativas estaban muy altas y en cierto sentido nos sentimos defraudados. Los rissois eran unas empanadillas de camarón que no pasaban del correcto. El bacalao era un revuelto con cebolla, huevo y patata paja, acompañado por una ensalada verde. Estaba rico, si bien un poco seco y demasiado apelmazado. Tuve además la inmensa fortuna de encontrarme un par de espinas de generoso tamaño, suerte que siendo gallego de pueblo costero ya me las sé todas en ese sentido.

Local:
El local era bastante poco acogedor. Las mesas sin manteles (pero con servilletas de tela) estaban algo pegajosas, aunque entiendo que era por no haber secado bien el jabón empleado en su limpieza, no por suciedad. El sitio era pequeño y nuestra ubicación, elegida por nosotros, apenas estaba aireada. Se olían los humos de la cocina y nuestra ropa (y el pelo de ella, yo por suerte o por desgracia soy casi calvo) acabó con olor a fritanga.

Servicio:
El servicio fue en todo momento correcto. El camarero fue atento y amable, si bien tardaron bastante en servirnos los platos, cosa muy típica aquí por otro lado. Tampoco entendí muy bien por qué nos pusieron la televisión con el partido de fútbol del Valencia - Granada, pero al menos estaba sin sonido así que no molestaba.

Resumen:
No es un sitio para repetir, pero tampoco es un sitio para recomendar a tus enemigos. Lo más llamativo era la carísima sección de vinos, llegando a ganar con algunas botellas 5 veces su valor sobre el precio de supermercado. Estábamos de celebración, si no con el agua hubiese sido más que suficiente.

Veredicto: 5 sobre 10.

UPDATE: Definitivamente no era el restaurante al que tendríamos que haber ido... estas cosas pasan.

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