martes, 18 de octubre de 2011

Restaurante Los Pilones (Jordaan)

Hace una semana, para celebrar mi cumpleaños, decidí invitar a La Nuit y unos cuantos amigos llegados de España a cenar en un mexicano situado en pleno Jordaan. Concretamente aquí. Dado que éramos unos cuantos más de la cuenta, la sección del menú la haré distinta.

Menú:
Algunos entrantes.
Tacos para todos, aderezados con unas tiras de carne para mí.
Más cervezas de la cuenta.
Unos chupitos de tequila.
Precio 32€ por cabeza.

Comida:
Rica rica, no demasiado abundante. Los que nos reunimos allí tenemos todos buen saque así que no quedó nada por comer encima de la mesa. Pero nos quedamos bastante satisfechos. Calculad un entrante por cada dos y un principal. Los frijoles que servían de acompañamiento me decepcionaron un poco y apenas les quedaba nada de postre, así que no puedo opinar en ese sentido.

Servicio:
Competente. Sirvieron rápido los entrantes, tardaron un poco más con los principales y se excusaron por no tener postres (era lunes, son caseros... ese tipo de cosas). La camarera fue en todo momento atenta y, parafraseando a un colega, "era tan tan guapa..." que creo que mis amigos se quedaron hipnotizados al cruzar el umbral. Al menos uno de ellos lo parecía.

Local:
Pequeño, bien de iluminación y bien aireado. Existía la posibilidad de comer en la terraza, pero ya va haciendo frío por estos lares. Todo estaba limpio y en orden. Un sitio con bastante encanto.

Resumen:
Un sitio para volver. La ubicación es en el precioso barrio del Jordaan, la comida es sabrosa y su precio no es abusivo para el stándard de Amsterdam. Habrá que seguir buscando el sitio ideal, pero a este al menos puedes traer a tus amigos.

Veredicto: 7 sobre 10

sábado, 1 de octubre de 2011

Restaurante De Portugees

Uf, qué nervios, mi primera crítica culinaria. Al lio.

Aquí, situado en mitad del barrio chino de Ámsterdam, se encuentra el restaurante al que hemos ido esta noche a cenar. La recomendación vino por el lado de La Nuit. Una de sus compañeras de trabajo portuguesa nos comentó que había un portugués por la zona que estaba bien y allá que fuimos. A estas alturas aún no sabemos si era el sitio correcto o nos confundimos de local.

Menú:
  • Rissois de camarão.
  • Bacalhau à brás. (x2)
  • Vinho verde.
  • Botella de agua.
Precio 58,70€

Comida:
La comida es lo mejor del local, pero tampoco para tirar cohetes. Supongo que después de nuestro viaje por tierras portuguesas del año pasado las expectativas estaban muy altas y en cierto sentido nos sentimos defraudados. Los rissois eran unas empanadillas de camarón que no pasaban del correcto. El bacalao era un revuelto con cebolla, huevo y patata paja, acompañado por una ensalada verde. Estaba rico, si bien un poco seco y demasiado apelmazado. Tuve además la inmensa fortuna de encontrarme un par de espinas de generoso tamaño, suerte que siendo gallego de pueblo costero ya me las sé todas en ese sentido.

Local:
El local era bastante poco acogedor. Las mesas sin manteles (pero con servilletas de tela) estaban algo pegajosas, aunque entiendo que era por no haber secado bien el jabón empleado en su limpieza, no por suciedad. El sitio era pequeño y nuestra ubicación, elegida por nosotros, apenas estaba aireada. Se olían los humos de la cocina y nuestra ropa (y el pelo de ella, yo por suerte o por desgracia soy casi calvo) acabó con olor a fritanga.

Servicio:
El servicio fue en todo momento correcto. El camarero fue atento y amable, si bien tardaron bastante en servirnos los platos, cosa muy típica aquí por otro lado. Tampoco entendí muy bien por qué nos pusieron la televisión con el partido de fútbol del Valencia - Granada, pero al menos estaba sin sonido así que no molestaba.

Resumen:
No es un sitio para repetir, pero tampoco es un sitio para recomendar a tus enemigos. Lo más llamativo era la carísima sección de vinos, llegando a ganar con algunas botellas 5 veces su valor sobre el precio de supermercado. Estábamos de celebración, si no con el agua hubiese sido más que suficiente.

Veredicto: 5 sobre 10.

UPDATE: Definitivamente no era el restaurante al que tendríamos que haber ido... estas cosas pasan.

La aventura

Con sólo cinco meses de estancia en Amsterdam y tras algunas pruebas de ensayo-error, nos hemos decidido a plasmar en este blog los restaurantes que visitemos de forma que en un futuro, no perdamos referencia de las sensaciones que nos transmitieron.

Hemos pensado acompañarlos de recetas caseras, nuestras propias pruebas en la cocina

¡Bienvenidos a "el gourmet amsterdames"!